lunes, 12 de noviembre de 2012

Educar a niños con Síndrome de Down

Hoy vamos a hablar sobre la educación en los niños de Síndrome de Down.
Todo niño con Síndrome de Down constituye un ser individual.Crecerá manteniendo su especial sonrisa y alegría, sus hábitos característicos, sus preferencias y sus rechazos. El desarrollo de su personalidad, de su ser físcio y mental dependerá de los factores genéticos, hereditarios y de las influencias culturales y ambientales que, unidos, distinguen a toda persona de cualquier otra.
Los factores nombrados componen un potencial que puede efectivizarse en crecimiento y buena salud, con educación en un ambiente armónico y feliz. Es deber de los padres averiguar las aptitudes de sus hijos y las áreas de posible desarrollo, comprender sus limitaciones físicas y mentales y procurarles las condiciones para crecer y aprender en la medida de su capacidad.

LENGUAJE Y COMUNICACIÓN:

El lenguajes de las personas con Síndrome de Down evoluciona de un modo más lento y, en algunos aspectos, de un modo distinto al de otros grupos de personas con y sin retaso mental.

La lentitud en el progreso se manifiesta desde la etapa prelingüística en la que los juegos vocálicos y blabuceos del bebé con Síndrome de Down aparecen más tarde que en otros bebés, con algunas matices diferentes.

Las primeras palabras con significado empiezan a emplearlas a una edad promedido de tres años, mientras que el uso de frases suele iniarse alrededor de los cuatro años. La ampliación en la longitud de los enunciados lo logran lentamente durante la segunda infancia y comienzo de la adolescencia, empleando frases de seis a siete elementos.

El uso pragmático del lenguaje es muy adecuado en las siguientes etapas, siendo el niño capaz de transmitir sus sentimientos y deseos de un modo comprensible.

Es evidente la dificultad específica en relación con el uso correcto de las normas morfo-sintácticas. Habitualmente se expresan en frases cortas, evitando el uso de tiempos verbales complejos y las frases subordinadas. La baja inteligibilidad del habla es otra de las características propias del lenguaje de las personas con Síndrome de Down, aunque por lo general se hacen entender por su interlocutor.

Las causas del retraso, y de las diferencias son varias, por lo que las diversas medidas de intervención son eficaces sólo de un modo parcial. Estudios recientes señalan que, si se continúan con programas de intervención, se dan progresos lingüísticos después de la adolescencia, con jóvenes adultos.

Los jóvenes qeu acaban la escolaridad e inican una vida de cierto aislamiento en su hogar, con ausencia de interese y motivación, muestran regresión en sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, las personas aficionadas a la lectura, que continúan una vida social y laboral activa y que manejan el ordenador, mantienen, incrementan y mejoran su comunicación verbal.

LECTO-ESCRITURA Y CÁLCULO:
Sin duda la enseñanza- aprendizaje de la matemática y el cálculo ha sido para nosotros y para nuestros niños un desafío, ya que en general el prejuicio gira en torno a las limitaciones que estos niños presentan en ésta área.
Estas dificultades nos han motivado a estar en búsqueda permanente de estrategias creativas para el abordaje de los distintos contenidos. Apartir de las adecuaciones curriculares en la escuela y los apoyos particulares y en especial la mediación del docente, los alumnos con Síndrome de Down logran autonomía en la resolución de situaciones de aprendizaje en esta área.
La utilización de diferentes materiales les permite realizar lo solicitado por sus docentes. Es de destacar el interés y entusiasmo vivido por estos niños ante esta materia. Verlos como disfrutan cuando toman conciencia de que son capaces.
En las evaluaciones han podido demostrar el manejo de la escala numérica, operaciones de suma, resta, multiplicaciones y divisiones aplicadas en situaciones problemáticas.
En los ciclos superiores de la escuela primaria los niños han incorporado el cálculo mental y utilizan la calculadora como medio para resolver más rápidamente ejercicios en donde ya el objetivo no es calcular una simple suma o resta sino operaciones como potencia y raíz cuadrada en ejercicios más complejos.
El tutor cumple el papel de mediador que actúa como facilitador atendiendo y asesorando al docente proporcionando estrategias correspondientes a las necesidades de cada niño.


"No existe el Síndrome de down, existen personas que tienen el síndrome de Down".


                                                                                                         Rocío Chirivella.

1 comentario:

  1. Gracias a este artículo he aprendido más sobre la educación con niños de Síndrome de Down. Me ha parecido muy interesante. Nunca me había planteado el aprendizaje de la lecto-escritura y cálculo de esa manera.

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